El «Rayo rojo»: un viaje con el tren más antiguo de Palma de Mallorca hasta Sóller
El ferrocarril de Sóller es una de las atracciones más populares de Mallorca. En las guías turísticas suele figurar como el «Rayo rojo». Este histórico ferrocarril de vía estrecha, que originalmente servía para transportar cítricos, enlaza la capital Palma de Mallorca con Sóller, un pueblecito acogedor e idílico situado en la sierra de Tramontana. Desde allí, el trayecto se puede continuar con el tranvía histórico hasta Puerto de Sóller.
Un trayecto con el «Rayo rojo»: viaje nostálgico a otra época
El hecho de que las guías turísticas sobre Mallorca mencionen este tren como el «Rayo rojo» es doblemente curioso, ya que ni los vagones son de color rojo, ni la velocidad de este ferrocarril de vía estrecha merece ser comparada con la de un rayo. En cualquier caso, el trayecto de una hora de duración con este antiguo y encantador tren de madera es una bonita experiencia que nos traslada a otra época. El ritmo sosegado con el que avanza la locomotora es en sí una ventaja, ya que permite disfrutar al máximo de este recorrido de 28 kilómetros por el pintoresco paisaje de Mallorca.
El viaje en tren lleva desde Palma hasta Sóller. Durante el trayecto, realiza dos paradas: una en Buñola («Bunyola», en catalán), villa a la que el «Rayo rojo» llega tras unos 25 minutos y donde es posible subir y bajar del tren; y otra un poco más tarde, en el mirador Pujol d'en Banya, donde los viajeros disfrutan de unas vistas fantásticas del valle del lugar de destino.
¡Sube al tren... y maravíllate!
Si se llega con tiempo suficiente, desde el andén cubierto de una marquesina en Palma de Mallorca se puede contemplar un proceso que se repite diariamente desde hace más de un siglo: las maniobras de acople de la locomotora al resto del tren, acompañadas por los toques de trompetilla de los guardavías y los graves pitidos de la antigua locomotora. Este proceso, nada espectacular a simple vista, es un preludio maravilloso para el trayecto con el histórico tren que, gracias al cuidado continuo que ha recibido durante décadas, conserva aún hoy su aspecto original.
Al vagón se sube por dos escalones. El techo y las paredes están recubiertos de madera de caoba lacada. Las lámparas doradas de estilo «art déco» y los cuadros del pintor catalán Joan Miró, que cuelgan de las paredes frontales, resaltan el ambiente nostálgico y artístico dentro del tren. Sentados en los asientos o sofás de cuero marrón, los viajeros esperan con impaciencia los espectaculares paisajes, que podrán contemplar a través de las ventanas de guillotina durante los próximos 60 minutos.
Durante el trayecto, el tren —que funciona electrificado desde 1929— supera un desnivel de unos 200 metros de altura y pasa por varios puentes, trece túneles, un viaducto, así como por numerosas curvas cerradas. El «Rayo rojo» atraviesa primero las llanuras de Mallorca hasta Buñola y sigue después por las majestuosas montañas hasta alcanzar la estación de destino. El recorrido refleja magníficamente la variedad de los paisajes de la isla. Uno de los momentos destacados del trayecto es la parada de diez minutos en la ladera del Pujol d'en Banya, durante la cual se permite bajar del tren para observar y fotografiar desde el mirador el paisaje abierto que se tiene a los pies.
Con un pitido final, el tren anuncia su entrada en la fascinante estación «art déco» de Sóller. ¿Y ahora qué? Se dispone de varias opciones: es posible quedarse aquí a pasar el día y explorar esta atractiva localidad, para más tarde regresar a Palma de Mallorca con el ferrocarril; o se puede tomar el tranvía histórico, que para frente a la entrada de la estación del tren, para ir a Puerto de Sóller. Dependiendo de la temporada, pasa cada media hora o cada hora. Los billetes se compran directamente a bordo del tranvía. Un billete sencillo cuesta 7 euros.
Información sobre trayectos y precios
El «Rayo rojo» circula entre Palma de Mallorca y Sóller. Se puede subir y bajar en ambos lugares, así como en la parada de Bunyola, que se encuentra a mitad de trayecto. En función de la afluencia de turistas, el tren suele salir de Palma y de Sóller entre cuatro y seis veces al día.
Estos son los precios actuales (fecha: abril de 2022) del viaje en tren:
Palma - Sóller
- Adultos: 18 euros ida; 25 euros ida y vuelta
- Niños (de 3 a 6 años): 9 euros ida; 12,50 euros ida y vuelta
- Niños (menores de 3 años): gratis
Palma - Buñola
- Adultos: 9 euros ida; 15 euros ida y vuelta
- Niños (de 3 a 6 años): 4,50 euros ida; 7,50 euros ida y vuelta
- Niños (menores de 3 años): gratis
Trayecto combinado de tren más tranvía hasta Puerto de Sóller (ida y vuelta en cada caso)
- Adultos: 32 euros
- Niños (de 3 a 6 años): 16 euros
- Niños (menores de 3 años): gratis
Consejo: Si se quiere ir hasta el puerto y hacer el trayecto principal de ida y vuelta, el billete combinado es la opción más económica.
Orígenes e historia del tren
El tren de Sóller se puso en marcha por primera vez en 1912 (el tranvía con destino a Puerto de Sóller se construyó en 1913, es decir, solo un año después). Una locomotora era la encargada de llevar el convoy hasta que el tren se electrificó en 1929. Originalmente no era una atracción turística, sino que pretendía facilitar y agilizar el transporte de mercancías desde Sóller hasta Palma de Mallorca, que antaño solo era posible a duras penas, bien por tierra con carros tirados por burros, bien por mar en barco. Con este tren, que atraviesa lentamente la sierra de Tramontana, se acortó el trayecto, lo que contribuyó a ahorrar una enorme cantidad de tiempo. Dado que el «Rayo rojo» transportaba principalmente naranjas, este tren también se apoda el «Expreso de las naranjas».
Por cierto: el fértil valle de Sóller aún sigue estando dominado hoy en día por magníficos cultivos de naranjos.
Una forma muy especial de disfrutar del paisaje de Mallorca
Hacer el trayecto con el «Rayo rojo» es una experiencia cargada de historia que merece mucho la pena. Envueltos en un ambiente de otra época y sentados en sus cómodos asientos y sofás de cuero, es posible relajarse contemplando el paisaje de Mallorca, tan rico en contrastes, y ver pasar sus campos, montañas y playas.
Descubra la magia del “El tren relámpago rojo de Sóller”
Adéntrese en una experiencia única con “El tren relámpago rojo de Sóller”, un viaje en el tren más antiguo de Palma de Mallorca hasta Sóller. Este histórico ferrocarril de vía estrecha, conocido popularmente como el Rayo Rojo, es una de las atracciones turísticas más destacadas de Mallorca.
El encanto nostálgico de “El tren relámpago rojo de Sóller”
El hecho de que las guías turísticas sobre Mallorca mencionen este tren como el Rayo rojo es doblemente curioso, ya que ni los vagones son de color rojo ni la velocidad de este ferrocarril de vía estrecha merece ser comparada con la de un rayo. No obstante, el trayecto de una hora de duración con este antiguo y encantador tren de madera es una experiencia inolvidable que nos transporta a otra época.
El recorrido de “El tren relámpago rojo de Sóller”
El viaje en tren lleva desde Palma hasta Sóller, pasando por paisajes pintorescos y paradas estratégicas. Durante el trayecto realiza dos paradas: una en Bunyola, villa a la que el Rayo rojo llega tras unos 25 minutos y donde es posible subir y bajar del tren; y otra un poco más tarde en el mirador Pujol den Banya, donde los viajeros disfrutan de unas vistas fantásticas del valle del lugar de destino.
La experiencia a bordo del tren
Subir al vagón es un viaje al pasado. El techo y las paredes están recubiertos de madera de caoba lacada. Las lámparas doradas de estilo art déco y los cuadros del pintor catalán Joan Miró que cuelgan de las paredes frontales resaltan el ambiente nostálgico y artístico dentro del tren. Sentados en los asientos o sofás de cuero marrón, los viajeros esperan con impaciencia los espectaculares paisajes que podrán contemplar a través de las ventanas de guillotina durante los próximos 60 minutos.
Durante el trayecto, el tren supera un desnivel de unos 200 metros de altura y pasa por varios puentes, trece túneles, un viaducto, así como por numerosas curvas cerradas. El recorrido refleja magníficamente la variedad de los paisajes de la isla.
El final del viaje
Con un pitido final, el tren anuncia su entrada en la fascinante estación art déco de Sóller. Desde aquí, se dispone de varias opciones: es posible quedarse aquí a pasar el día y explorar esta atractiva localidad para más tarde regresar a Palma de Mallorca con el ferrocarril, o se puede tomar el tranvía histórico que para frente a la entrada de la estación del tren para ir a Puerto de Sóller.
El tren de Sóller se puso en marcha por primera vez en 1912, el tranvía con destino a Puerto de Sóller se construyó en 1913, es decir, solo un año después. Originalmente no era una atracción turística, sino que pretendía facilitar y agilizar el transporte de mercancías desde Sóller hasta Palma de Mallorca. Con este tren que atraviesa lentamente la sierra de Tramontana, se acortó el trayecto, lo que contribuyó a ahorrar una enorme cantidad de tiempo.
Hacer el trayecto con el Rayo rojo es una experiencia cargada de historia que merece mucho la pena. Envueltos en un ambiente de otra época y sentados en sus cómodos asientos y sofás de cuero, es posible relajarse contemplando el paisaje de Mallorca tan rico en contrastes y ver pasar sus campos, montañas y playas.